La inestabilidad traumática del hombro es una afección en la que la articulación del hombro (articulación glenohumeral) se vuelve inestable tras una lesión o traumatismo. Esta inestabilidad se produce porque el hombro se ve forzado a salir de su posición normal, lo que a menudo provoca una luxación (la cabeza del húmero se sale de la cavidad glenoidea) o una subluxación (luxación parcial en la que la cabeza del húmero se mueve pero vuelve a su posición). La inestabilidad traumática del hombro es frecuente en atletas y personas que practican deportes de contacto, pero puede producirse en cualquier persona que sufra una lesión importante en el hombro. Los pacientes también pueden experimentar inestabilidad multidireccional, que está relacionada con una gran laxitud de los tejidos blandos debida a la genética, más que a una lesión.
La inestabilidad de hombro puede clasificarse en varios tipos en función de la gravedad y la causa:
La inestabilidad traumática del hombro suele estar causada por una lesión importante o un movimiento enérgico, por ejemplo:
- Trauma directo: Un golpe en el hombro, por ejemplo durante un accidente de tráfico o una caída sobre un brazo extendido.
- Lesiones deportivas: Común en deportes de contacto (como fútbol, rugby) o deportes que implican actividades por encima de la cabeza (como voleibol, baloncesto o deportes de lanzamiento).
- Lesiones por uso excesivo: Los movimientos repetitivos por encima de la cabeza pueden debilitar las estructuras estabilizadoras con el tiempo, provocando inestabilidad.
La inestabilidad multidireccional se observa a menudo en pacientes con afecciones genéticas hiperelásticas del tejido conjuntivo, como el síndrome de Ehlers-Danlos.
- Dolor: Dolor repentino e intenso durante o inmediatamente después de la lesión. Puede aparecer dolor persistente con la inestabilidad repetida.
- Deformidad visible: En los casos de luxación, el hombro puede parecer visiblemente fuera de su sitio.
- Pérdida de amplitud de movimiento: Dificultad para mover el hombro, sobre todo cuando se realizan actividades por encima de la cabeza o se levanta peso.
- Debilidad: Sensación de inestabilidad o debilidad al utilizar el hombro.
- Chasquidos o estallidos: Sensación de enganche o chasquido durante el movimiento debido a desgarros labrales o estructuras sueltas.
El diagnóstico se basa en:
- Historial y exploración física: Incluye la evaluación del mecanismo de la lesión, el examen de la amplitud de movimiento y la realización de pruebas específicas (por ejemplo, prueba de aprehensión, prueba de reubicación, prueba de carga y desplazamiento).
- Imágenes:
- Rayos X: Evaluar la luxación, las fracturas asociadas o los defectos óseos.
- Resonancia magnética o artrografía por resonancia magnética: Identificar lesiones de tejidos blandos como desgarros labrales, lesiones ligamentosas o lesiones de Hill-Sachs.
- Tomografía computarizada: Puede utilizarse para evaluar defectos óseos o la morfología glenoidea.
El tratamiento de la inestabilidad traumática del hombro tiene como objetivo restaurar la estabilidad, aliviar el dolor y prevenir las luxaciones recurrentes:
- Reducción: Reposicionamiento del hombro dislocado en la articulación.
- Inmovilización: Llevar un cabestrillo durante unas semanas para permitir la cicatrización de los tejidos lesionados.
- Fisioterapia: Ejercicios de fortalecimiento para mejorar la estabilidad del manguito rotador y la escápula; centrados en restaurar la amplitud de movimiento y reducir el riesgo de inestabilidad futura.
- Modificación de la actividad: Evitar actividades de alto riesgo que puedan provocar una inestabilidad recurrente.
- Reparación artroscópica de Bankart: Fijación y estabilización del labrum y los ligamentos desgarrados a la glenoides.
- Procedimiento Latarjet: Cirugía de transferencia ósea, en la que una pieza del hueso de la escápula, denominada coracoides, se desplaza a la parte anterior de la glenoides para aumentar la estabilidad; suele utilizarse en caso de pérdida ósea importante o luxaciones recurrentes.
- Desplazamiento capsular o plicatura: Tensar la cápsula articular para reducir la laxitud.
- Remplissage: Relleno del defecto de Hill-Sachs con el tendón infraespinoso para evitar futuras luxaciones. Esto se realiza artroscópicamente, normalmente junto con una reparación del labrum.
La rehabilitación desempeña un papel crucial en la recuperación:
- Fase inicial: Ejercicios suaves de amplitud de movimiento, control del dolor y reducción de la inflamación.
- Fase de refuerzo: Concéntrese en el fortalecimiento de los músculos rotadores y escapulares.
- Fase funcional: Progresar a ejercicios específicos del deporte o de la actividad.
El pronóstico de la inestabilidad de hombro varía en función de varios factores:
- Fortalecimiento: Concéntrese en fortalecer el manguito de los rotadores, los estabilizadores escapulares y los músculos de la cintura escapular.
- Técnica adecuada: Utilizar técnicas correctas en deportes y actividades, especialmente en los movimientos por encima de la cabeza.
- Equipo de protección: Considere la posibilidad de utilizar hombreras o equipos de protección durante las actividades de alto riesgo.
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